Nace en Sotillo de la Ribera, el 23 de mayo de 1926. Su infancia transcurre en su pueblo, donde hace sus primeras obras y sus mejores amigos.
Posteriormente, como artista inquieto, ha viajado por varios países y ciudades, sin dejar por ello de volver largas temporadas a Sotillo de la Ribera, donde ha pasado la mayor parte de su vida.
Es un escultor autodidacta, ha visitado talleres y academias, pero nada oficialmente, siempre de observador, de oyente, de espectador minucioso. Sus obras, en general, no son de una sola imagen, de un solo enfoque, sino como en la vida, unas figuras se agarran a otras, se entrelazan, se necesitan, se miran.
Sus temas son populares, palpables, humanos. Por un lado, el tema religioso: momentos de la vida de Cristo hechos escultura con la perfección y el detalle de alguien que hubiera vivido esos instantes; por otro, su visión de la vida: impregnado de las vivencias de su entorno, las recoge en madera y las refleja en sus esculturas: belleza y dolor, miseria y grandeza, ilusión y conformismo.
Siempre ha huido de los círculos artísticos comerciales.
Su sencillez es manifiesta: "Yo no he hecho nada especial, estas obras estaban ya dentro de los troncos".
En 1991 dona trece esculturas de madera al Ayuntamiento de Sotillo para que todos las podamos disfrutar en el Palacio de los Serranos. Todas ellas son tallas en nogal del más puro estilo de este artista. En 1996 esculpe "el tirador de mosto" y le donó también al pueblo al pueblo.
En 1994 realiza las estaciones del Vía Crucis en bajorrelieves de piedra, que decoran las paredes de la Iglesia. También un grupo de esculturas al aire libre iluminan con su fuerza y expresividad los diversos rincones de este pueblo.